Cuando se trata de adquirir una propiedad, existen diferentes opciones según la etapa de construcción en la que se encuentre el proyecto. Dos de las alternativas más populares son la compra en verde y la compra en blanco, cada una con sus propias ventajas y consideraciones.
Compra en verde
La compra en verde se refiere a la adquisición de una propiedad que ya está en proceso de construcción, pero aún no ha sido finalizada ni entregada. En esta etapa, los compradores pueden acceder a precios más bajos en comparación con las propiedades terminadas, además de la posibilidad de elegir ciertos detalles de terminaciones, como revestimientos, colores y distribución de espacios en algunos casos.
Ventajas de la compra en verde:
- Precios más accesibles que una propiedad terminada.
- Mayor variedad de opciones disponibles (ubicación, orientación, pisos, etc.).
- Potencial plusvalía a medida que avanza la construcción.
- Oportunidad de personalizar acabados.
Consideraciones:
- Plazos de entrega más largos.
- Es importante revisar bien los contratos y garantías.
- Posibles retrasos en la entrega.

Compra en blanco
Por otro lado, la compra en blanco implica adquirir una propiedad que aún no ha iniciado su construcción. En este caso, los compradores se basan únicamente en planos, renders y la reputación de la inmobiliaria. Debido a que se encuentra en una etapa inicial, los precios suelen ser aún más bajos que en la compra en verde, representando una excelente oportunidad para quienes buscan invertir a largo plazo.
Ventajas de la compra en blanco:
- Los precios más bajos del mercado.
- Mayor flexibilidad para elegir unidades exclusivas.
- Alto potencial de plusvalía con el paso del tiempo.
- Facilidades de pago y financiamiento más accesibles.
Consideraciones:
- Mayor tiempo de espera para la entrega de la propiedad.
- Riesgo asociado a proyectos nuevos o inmobiliarias sin trayectoria.
- Decisión basada en proyecciones sin una referencia física real.

¿Cuál opción elegir?
La elección entre compra en verde o en blanco dependerá de factores como el presupuesto, la necesidad de mudanza inmediata y el nivel de riesgo que se esté dispuesto a asumir. Si buscas precios competitivos con menor espera, la compra en verde puede ser ideal. Si, en cambio, estás dispuesto a esperar más tiempo a cambio de un precio más conveniente y mayor plusvalía, la compra en blanco puede ser la mejor opción.
Independientemente de la elección, siempre es recomendable informarse sobre la trayectoria de la inmobiliaria, revisar los términos del contrato y evaluar la ubicación del proyecto para tomar una decisión segura y rentable.